CIRUGIA-ROSTRO
¿Que temen los pacientes que van a operarse la nariz?
Que alguien se haya decidido a pasar por el quirófano para someterse a una cirugía plástica no significa que no tenga ciertas dudas o recelos respecto al resultado. En el caso de las rinoplastias hay dos miedos comunes a la mayoría de los pacientes: que les cambie completamente el rostro y/o que les quede una nariz, comúnmente llamada “de cerdito”.
Estos miedos son muy comunes cuando se busca una operación de la nariz, ya sea para la mejora de estética o para solucionar un problema de respiración.
¿Realmente duele la rinoplastia?
En esta cuestión no hay una única respuesta. La operación en sí no es dolorosa, pero el organismo de cada persona reacciona de una forma u otra a las intervenciones.
Ten en cuenta que para hacer una operación de rinoplastia se utiliza anestesia local y sedantes. De hecho, no se inicia ninguna intervención si el paciente no está dormido o la zona no está insensibilizada. En consecuencia, no duele la rinoplastia.
Una práctica habitual para minimizar el impacto de la intervención a posteriori pasa por bloquear las terminaciones nerviosas de la nariz. Con esta medida nos aseguramos que tras la cirugía, se reducen las molestias en la zona.
¿Entonces por qué se dice que es dolorosa? Esto tiene más que ver con el postoperatorio que con la operación de nariz en sí.
La rinoplastia no provoca dolor como tal, pero sí es molesta.
En las primeras 24 horas estás monitorizada por el equipo de la clínica, que además te inyecta calmantes para evitar la incomodidad tras la expulsión de la anestesia.
La férula tampoco favorece que sea una situación cómoda. En la mayoría de los casos se deja una semana, por lo que, durante este tiempo, además de la vigilancia del médico, hay que ser paciente con las molestias. Es normal que se receten calmantes como el paracetamol o el ibuprofeno si no se pueden soportar las molestias. Pero la rinoplastia no duele.
Otro de los elementos que favorece esa sensación de molestia es inflamación que puede aparecer en la zona de la nariz, los pómulos e incluso la zona sobre el labio superior. El cuerpo reacciona y lo hace mostrando su queja. Es normal: lo estamos sacando de su propia naturaleza.
Todas estas molestias no son dolorosas. Por eso cuando nos preguntan si duele la rinoplastia la respuesta es no, aunque molesta.
¿Cómo reducir estas molestias?
En nuestra clínica estética llevamos años haciendo operaciones de nariz utilizando la técnica de la rinoplastia ultrasónica.
Entre sus grandes ventajas, que la afectación a la zona es menor, por lo que las molestias de los días, semanas y meses posteriores hasta que los cartílagos, músculos y huesos se recuperan del todo, son menores.
Los moratones y la inflamación se reducen notablemente con esta técnica, y el resultado es igualmente profesional.
Situaciones en las que duele la rinoplastia
Aunque no duele la rinoplastia, hay eventos que pueden derivar en que el paciente sienta dolor. Cuando abordamos la explicación del proceso, insistimos en que durante la recuperación es importante evitar cualquier golpe o impacto sobre la zona, no solo sobre la nariz.
Ya sea por un descuido o por infortunio, este evento puede ocurrir. Si en ese momento notas dolor en la nariz, insistimos, acude al cirujano para que evalúe si hay riesgo de que se haya movido lo operado y cómo actuar a partir de entonces.
Es posible que la solución sea una segunda intervención, o que esta se deba proponer por la evolución de la recuperación sin necesidad de contacto o golpe en ella. La cirugía estética depende de la naturaleza del organismo para confirmar al 100% sus mejores resultados.
Para minimizar estos hechos, se recomienda un periodo mínimo de reposo y un tiempo de cuidado que se alarga varios meses. Es mejor limitar ciertas actividades como correr o practicar deportes de contacto antes que exponerse a que duela la nariz tras la rinoplastia, se mueva algo y haya que volver a intervenir.
En cualquier caso, la comunicación con tu médico es vital para seguir la recuperación y afrontar cualquier duda o miedo que pueda surgirte en el día a día. Pero recuerda, no duele la rinoplastia, aunque puede ser molesta.
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